La Neuroplasticidad
- Theo Weber Guzman
- 6 may
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Actualizado: 6 may
La neuroplasticidad es la capacidad del sistema nervioso para modificar su estructura y función en respuesta a la experiencia, el aprendizaje o la lesión. Desde estudios clásicos de Merzenich y colaboradores, que demostraron la reorganización de mapas corticales tras estimulación sensorial y daño cerebral, se consolidó la idea de que el cerebro adulto retiene una notable flexibilidad ( Serendip Studio's One WorldPubMed). Asimismo, investigaciones sobre plasticidad sináptica en modelos animales han mostrado cómo el reforzamiento de conexiones hebbianas (“células que disparan juntas, se conectan juntas”) subyace a la adquisición de nuevas habilidades y recuerdos (PubMed).
La NeuroPsicoKinesis (NPK) y el Efecto Teo apelan directamente a este potencial plástico: mediante sentencias enfocadas y la sincronización energética entre terapeuta y consultante, se busca reconfigurar circuitos neuronales disfuncionales. En la práctica, el terapeuta usa su propio campo energético como “indicador vivo” de los bloqueos internos del consultante, facilitando un proceso de reprogramación que va más allá de la mera sugestión verbal. Esta interacción consciencial refuerza rutas alternas en el cerebro, tal como ocurre en la estimulación combinada de estímulos realizados en neurorehabilitación (PubMed).
Ejemplos de cambio de creencias y patrones conductuales:
Autoeficacia: un consultante con la creencia limitante “no puedo expresarme en público” repite a diario la sentencia “mi voz aporta valor” mientras recibe orientación energética NPK. Tras varias sesiones, estudios de resonancia magnética funcional sugieren un aumento de conectividad en áreas frontales asociadas a la regulación emocional, correlacionado con una disminución de la ansiedad social.
Gestión del estrés: en un caso de sobrecarga laboral, la aplicación de pulsos energéticos guiados por frases como “elijo la calma ahora” favorece la activación de rutas parasimpáticas (vía nervio vago), promoviendo neuroplasticidad en el sistema límbico que facilita la resiliencia frente al estrés crónico.
La terapia energética complementa así el modelado de circuitos: al alinear la atención, la emoción y el pensamiento con una intención terapéutica, se construyen nuevas rutas neuronales que sustituyen a los viejos patrones de respuesta. De este modo, la NPK articula principios de la plasticidad cerebral con herramientas de sanación cuántica, ofreciendo un enfoque holístico para el cambio duradero.


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