Contra la “culpabilización ontológica del pobre”: por qué la Doctrina de la Atracción Absolutista empobrece el pensamiento (y a los pueblos)
- Theo Weber Guzman
- 20 oct
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 24 oct
Por Theo Weber | NeuroPsicoKinesis (NPK)
La versión absolutista de la “ley de atracción” y la idea de una elección preencarnativa individual sostienen que toda pobreza, enfermedad o violencia es “atraída” por cada persona y, por tanto, es “elección del alma”. Esta narrativa, popularizada por cierta autoayuda, despolitiza el sufrimiento, ignora causas históricas y estructurales (colonialismo, racismo, patriarcado, extractivismo, desigualdad) y convierte al excluido en culpable de su exclusión. Proponemos un marco alternativo desde la NPK: responsabilidad con contexto, co-creación relacional y ética de la paz como motor de transformación personal y sistémica.
El problema: espiritualidad sin contexto = ideología que hiere
Llamo Doctrina de la Atracción Absolutista a la mezcla de esoterismo y neoliberalismo que afirma, a la vez, que:
“Elegiste nacer pobre o enfermo”.
“Tu realidad externa solo refleja tus pensamientos”.
“Si sufres es por tu desconexión vibracional”.
“No hay víctimas; solo cocreadores inconscientes”.
Lo que parece una exaltación de la libertad personal termina en una crueldad elegante: culpabiliza a quien padece hambre, guerra o exclusión. Parafraseando una crítica filosófica conocida, se trata de una “culpabilización ontológica del pobre”: tu dolor ya no nace de estructuras injustas sino de tu “mala vibración”. Resultado: se anestesia la conciencia política, se blanquea la historia y se normaliza la desigualdad.
Tres ejemplos cotidianos de esta crueldad “positiva”
Educación.Un estudiante sin conectividad, con hambre o en una escuela desfinanciada “no vibra” lo suficiente. El mensaje: no cambies la escuela; cambia tu mantra.
Salud. Una mujer sin acceso a agua potable o atención médica “no pensó positivo”. El mensaje: no cambies el sistema; cambia tu decreto.
Empleo. Un trabajador desplazado por automatización o precariedad “tiene una lección del alma”. El mensaje: no cambies la regla; cambia tu visión.
Esta retórica desmoviliza, porque reemplaza la solidaridad por juicio moral envuelto en incienso.
Lo que sí dice NPK: el sujeto es relacional y el cambio es sistémico
Desde NeuroPsicoKinesis (NPK) defendemos algo distinto:
Conciencia encarnada, no abstracta. La mente no flota fuera de la historia. Cuerpo, cerebro, vínculos y cultura codeterminan nuestras posibilidades.
Responsabilidad con contexto. Sí, cada persona puede modular su atención, su lenguaje interno y su conducta; y las estructuras importan. No hay libertad plena en un campo de juego inclinado.
Co-creación relacional. No creamos “solos”: familia, comunidad, instituciones y economía son parte del campo. La transformación es entrelazada.
Ética de la paz como criterio. Toda técnica que culpabiliza al vulnerable rompe la paz y, por tanto, no es evolución; es estética espiritual con fondo reaccionario.
Marco crítico: cuatro preguntas para desenmascarar la retórica
Cuando te ofrezcan “atraer lo que quieras”, pregúntate:
¿Dónde está la historia? (¿nombra colonialismo, racismo, patriarcado, extractivismo?)
¿Dónde están las instituciones? (¿menciona presupuesto, política pública, reglas de mercado?)
¿Dónde está el cuerpo? (¿considera hambre, estrés tóxico, sueño, salud mental?)
¿Dónde está la comunidad? (¿hay redes, cooperación, organización colectiva o solo “yo, mi mente y mi vibración”?)
Si la respuesta es “no aparece” en 2 o más, no es espiritualidad: es ideología descontextualizada.
De la autoayuda al autocuidado con justicia: Protocolo NPK en 7 movimientos
Objetivo: integrar transformación interior con acción colectiva.
Diagnóstico de campo (Interior–Relacional–Estructural). Mapea creencias y hábitos (interior), redes y conflictos (relacional), y barreras materiales y normativas (estructural).
Lenguaje que no hiere. Sustituye “atrajiste pobreza” por “enfrentas barreras históricas y presentes; entrenamos agencia para superarlas y cambiamos reglas injustas”.
Prácticas de atenciónRespiración, foco, higiene del sueño y movimientos somáticos para bajar estrés y recuperar función ejecutiva. Sin cuerpo regulado, no hay libertad práctica.
Efecto TEO (sinergia de conciencias). Coherencia compartida para metas específicas (educación, salud local, empleo digno), no para negar la realidad, sino para coordinar acción.
Triada NPK de Cambio
Capacidad (habilidades, hábitos, regulación fisiológica).
Merecimiento (autoestima no narcisista, pertenencia).
Posibilidad (acceso real: becas, transporte, financiamiento, marcos legales).Si falta una pata, el discurso se vuelve moralista.
Indicadores duales. Mide progreso personal (sueño, estrés, hábitos) y sistémico (matrículas, calidad del agua, empleo formal). Sin métricas compartidas, hay placebo espiritual.
Coaliciones para la paz. Vincula iglesias, escuelas, empresas y Estado en proyectos verificables: comedores escolares, conectividad, prevención de violencias, empleabilidad juvenil.
Objeciones frecuentes (y respuestas claras)
“Si hablas de estructuras, incentivas la víctima.”No. Agencia sin contexto es ficción; contexto sin agencia es parálisis. NPK es ambos.
“Lo sutil crea lo denso; basta con vibrar alto.”Sin agua potable, nutrición y seguridad, el sistema nervioso vive en alarma. La “vibración” también es biología y política.
“Pero muchos superaron la pobreza con mentalidad.”Las excepciones no invalidan las reglas. Con mentalidad y política pública funciona mejor y para más gente.
Ética NPK: cinco principios para no volver a herir
Evita culpabilizar al vulnerable.
Evita estetizar la miseria.
Evita descontextualizar la historia.
Evita privatizar lo público (la solución es común).
Evita confundir esperanza con negación.
Del decreto a la acción: un itinerario mínimo de 90 días
Semanas 1–2: regulación somática y foco atencional; inventario de barreras reales.
Semanas 3–6: metas micro (hábitos), metas meso (redes), metas macro (incidencia local).
Semanas 7–12: proyectos piloto verificables: tutorías comunitarias, huertas urbanas, rutas de empleo/aprendizaje, veedurías ciudadanas.
Semana 12: evaluación dual (personal + estructural) y ajuste.
Conclusión: la paz es el indicador supremo
Una espiritualidad que llama “elección del alma” a la guerra, al hambre o a la exclusión no es espiritualidad: es decoración del status quo. La NPK elige otra ruta: conciencia encarnada, responsabilidad con contexto y co-creación de paz. No romantizamos la pobreza; la combatimos dentro y fuera, con ciencia de hábitos, ética del cuidado y organización colectiva.
Mantra operativo NPK. Nada que hiera merece el nombre de luz. Nada que excluya merece el nombre de verdad. Paz es la prueba.
Para profundizar desde NPK (recursos del blog)
Guía práctica: Triada Capacidad–Merecimiento–Posibilidad aplicada a educación, salud y empleo.
Taller comunitario: Efecto TEO para proyectos de barrio.
Plantilla de indicadores duales (descarga gratuita).


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